Cómo ha sido evolución socio-económica desde el siglo XIX. La evolución demográfica y los retos actuales.
Vista panorámica de Ontur
Evolución de la población
El conocimiento e interpretación de la realidad de nuestra comarca no es posible sin conocer la estructura de su población. Su estudio facilita el análisis y explicación de los procesos socioeconómicos a la vez que ayuda a una distribución eficiente de servicios y equipamientos, previendo necesidades —por ejemplo, vinculadas al envejecimiento— y previniendo efectos negativos como la despoblación rural. Las actividades económicas, las inversiones en infraestructuras, o las decisiones políticas o empresariales influyen directamente en la configuración y dinámica demográficas.
Los cambios políticos, ideológicos y sociales que se produjeron en toda España desde finales del siglo XIX propiciaron la transformación de una sociedad rural en urbana. La distribución y evolución de la población en nuestra comarca responde sobre todo a los cambios acaecidos desde mediados de la década de los cincuenta hasta finales de los noventa del siglo pasado, que dieron forma a los modelos de asentamientos, las actividades productivas y las redes de transporte y telecomunicaciones.
Durante la primera mitad del siglo XX los niveles de población de la comarca experimentaron una constante subida que supuso en términos porcentuales un aumento demográfico del 90% con respecto al siglo XIX. A partir de 1950 la comarca Campos de Hellín comenzó a sufrir importantes pérdidas de población como consecuencia del éxodo de la población rural a los núcleos urbanos. Este fenómeno, que no se verá frenado hasta principios de la década de los 80, será la causa de importantes cambios en la estructura demográfica de las poblaciones rurales como el envejecimiento de la población.
Si analizamos de forma más pormenorizada los datos poblacionales de los últimos 20 años veremos cuál es a tendencia evolutiva de cada uno de los municipios de la comarca. Así, en 1998 la población de Hellín era de 25.978 personas; diez años más tarde, en 2008, era de 31.054; y en 2019, último año para el que hay datos oficiales, el número de personas que vivían en el municipio se situó en 30.306 personas, con un crecimiento del 0,13% respecto al año anterior. Prácticamente todas las pedanías vienen sufriendo una pérdida más o menos acelerada de población en las últimas dos décadas. Las Minas o Cancarix son los ejemplos más claros, pues han perdido la aproximadamente mitad de habitantes con respecto al año 2000. Tan solo Isso, y en menor medida Minateda, han frenado esta tasa negativa en los últimos años. En Nava de Campaña se observa un brusco incremento de población durante los primeros años de este siglo, propiciado por la gran cantidad de inmigrantes que acogió esta pedanía. Con la crisis de 2008 se produjo un descenso igual de acelerado, volviendo a tener en 2019 los niveles demográficos de hace 20 años.
El crecimiento natural de la población en el municipio de Hellín, según los últimos datos publicados por el INE para el año 2018 ha sido negativo, con 37 defunciones mas que nacimientos.
Por pedanías la evolución de la población en los últimos años es de la siguiente forma:
El segundo municipio más poblado de la comarca está registrado una tasa anual de crecimiento vegetativo negativa desde 2011. En 1998 la población de Tobarra era de 7.435 personas; diez años más tarde, en 2008, era de 8.073, alcanzándose el máximo en 2010 con 8.207 habitantes; y en 2019 el número de personas que vivían en el municipio se situó en 7.684 personas, una pérdida del -0,7% respecto al año anterior. Además todas las pedanías de Tobarra pierden población a un ritmo constante, lo que unido al envejecimiento puede suponer la despoblación de alguno de alguno de estos núcleos en poco más de una década si no cambia esta tendencia a la baja.
Tobarra cuenta con seis pedanías, estos son sus datos detallados:
En 1998 la población de Fuente-Álamo era de 2.447 personas, alcanzando el máximo histórico reciente en 2006 con 2.776 habitantes. Desde entonces se ha producido un descenso escalonado, alternándose periodos de crecimiento negativo (2010-2011 y 2015-2018) con otros de mantenimiento o incluso ligera recuperación (2008-2009 y 2012-2014). En 2019, último año para el que hay datos oficiales, el número de personas que vivían en el municipio se situó en 2.489 personas, cifra similar a la del año anterior.
Para Ontur y Albatana la pérdida de habitantes se agudiza al no haber experimentado un incremento de poblacion antes de la crisis, como sí ocurrió con Hellín, Tobarra y Fuente-Álamo.En 1998 la población de Ontur era de 2.428 personas; diez años más tarde, en 2008 era de 2.357; y en 2019, se situó en 1.987 habitantes, una diferencia del -2,02% respecto al año anterior.
Albatana contaba con 874 habitantes en 1998; diez años más tarde esta cifra había bajado a 817; y en 2019 pasó a ser de 692 habitantes, un 0,14% menos respecto al año anterior.
Como hemos visto, el descenso de población se hace más patente en zonas rurales alejadas de los núcleos urbanos más importantes. En tan solo 20 años muchas de estas zonas han perdido 1/5 parte de su población, llegando a la mitad en los casos más extremos. Es necesario revertir esta situación a través de políticas activas.
Los Grupos de Acción Local son los encargados de canalizar las subvenciones para la financiación de proyectos de empleo, autoempleo y emprendimiento colectivo, dirigidos a afrontar el reto demográfico en los municipios de menor población, en el marco programas del Fondo Social Europeo. Esto se traduce en apoyo a jóvenes emprendedores que residan o se establezcan en áreas rurales afectadas por los desafíos demográficos ayudando a mejorar las condiciones en dichas zonas, haciéndolas atractivas para el turismo y nuevos inversores.
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