El desarrollo de la cartografía se ha visto condicionado, entre otros factores, por las contiendas bélicas, las expediciones marinas y las rutas comerciales. Ya en las primeras relaciones de medidas astronómicas de posiciones terrestres realizadas por Ptolomeo, en el siglo II d.c., aparecen puntos y asentamientos en la península ibérica. La vocación marinera y tradición comercial propició mejoras técnicas en la medición de la posición geográfica y el perfeccionamiento continuo de la cartografía, que fue asociándose a los círculos de poder.