Evolución de la población
El conocimiento e interpretación de la realidad de nuestra comarca no es posible sin conocer la estructura de su población. Su estudio facilita el análisis y explicación de los procesos socioeconómicos a la vez que ayuda a una distribución eficiente de servicios y equipamientos, previendo necesidades —por ejemplo, vinculadas al envejecimiento— y previniendo efectos negativos como la despoblación rural. Las actividades económicas, las inversiones en infraestructuras, o las decisiones políticas o empresariales influyen directamente en la configuración y dinámica demográficas.
Los cambios políticos, ideológicos y sociales que se produjeron en toda España desde finales del siglo XIX propiciaron la transformación de una sociedad rural en urbana. La distribución y evolución de la población en nuestra comarca responde sobre todo a los cambios acaecidos desde mediados de la década de los cincuenta hasta finales de los noventa del siglo pasado, que dieron forma a los modelos de asentamientos, las actividades productivas y las redes de transporte y telecomunicaciones.
Durante la primera mitad del siglo XX los niveles de población de la comarca experimentaron una constante subida que supuso en términos porcentuales un aumento demográfico del 90% con respecto al siglo XIX. A partir de 1950 la comarca Campos de Hellín comenzó a sufrir importantes pérdidas de población como consecuencia del éxodo de la población rural a los núcleos urbanos. Este fenómeno, que no se verá frenado hasta principios de la década de los 80, será la causa de importantes cambios en la estructura demográfica de las poblaciones rurales como el envejecimiento de la población.